jueves, 8 de enero de 2009

Daguerrochat - Capitulo 5

Eran las diez de la mañana, a las once AlbaClara vendría a recoger su regalo. Habia estudiado el lugar con atencion. El banco, donde dejaría el paquete, estaba vacío... y lo seguiría estando, no invitaba a ser ocupado, situado en la sombra, lejos de los columpios... quizás en los días de sol, pero no en esta época.

Amalia, aun sabiendo que no se encontrarian, se puso el vestido negro y las medias nuevas. La ocasion lo merecia. Los zapatos le dolian, se los habia puesto solo dos veces, en dos bodas, pero le hacian la pierna mas fina. Total no iba a estar mucho tiempo fuera de casa. El dia anterior fue a la peluqueria. Se sentia bien. La verdad es que estaba guapetona.

La del tercero segunda, que estaba limpiando el portal, cuando la vio pasar le dijo:

"Amaliaaaaaaa, donde vamos asin de guapas? nos hemos echao un amante?"

"Solo me faltaba eso!"

Se pusieron a reir las dos. Un amante! Que absurdo!

Eran solo las diez y media, entro un momento en el super, compraria un par de cosas antes de ir al lugar de la cita. No podia llegar demasiado temprano.

Miguel estuvo dando vueltas, el tiempo pasaba lentamente, estaba nervioso, habia comprado el periodico y una cajetilla de cigarrillos, controlaba el reloj cada minuto, y si, había elegido bien, no pasaba ni dios.

Se sentó en el banco, fumó un cigarrillo, dejó la cajita azul en el asiento, la cubrió con el periodico, se levantó y se alejó. Saber que estaba cerca le llenaba de emociones, quería verla, solo mirarla, no quería crearle problemas, a su niña no, eso jamás. Diosss cuanto la quería!

La miraría de lejos y ella no le vería, no podría soportar la mirada de decepción que tendría su niña si supiese que el era Batiste. Nunca lo sabría.

Miguel se acercó a la maquina expendedora de tickets del aparcamiento, desde allí podía ver perfectamente lo que sucedía en los jardines.

Un hombre joven hablaba animadamente al móvil, se paró delante del banco, gesticulaba... no se iba... ya... joder, ahora una gorda con dos bolsas del Lidl...

Parecía que medio mundo se hubiese puesto de acuerdo para estar ahí, no era posible!

Una mujer le tocó el hombro, estaba esperando para sacar el ticket del parking... la mujer no tenia monedas, le pidió cambio, rebuscó en los bolsillos, le dio dos de 50... que contratiempo!

Cuando volvió a mirar el periodico y el paquete habian desaparecido. Había sido la gorda, seguro!

1 comentario:

Caminante dijo...

jajajajajajajajaja