miércoles, 7 de enero de 2009

Daguerrochat - Capitulo 4

Habían pasado 6 meses desde su primer privado. El “saquito de huesos” y el “chico de las rosas” se habían transformado.
No hacían daño a nadie, es mas, vivian la vida cotidiana con una sonrisa en los labios.

Ella miraba los escaparates y elegía vestidos y lencería para AlbaClara, deseaba estar guapa para Batiste. Seguía tecleando en pijama pero describía con todo lujo de detalles el vestido que AlbaClara había comprado esa mañana y que ahora llevaba para el.

El abandonó los jerseys grises por otros en tonos pastel, le hacían mas joven. Se compró el aftershave que a ella le gustaba, incluso le regaló a su esposa el perfume que ella usaba.

Estaban enamorados, tenían romanticismo, pasión, ternura, compañía, confidencias, desenfreno, afecto, lujuria... en fin... ambos decidieron que era Amor, con la a mayúscula.

Amor a tarifa plana.

Poco a poco fueron conociendo aspectos de su intimidad que ellos mismos ignoraban. Cada día se inventaban una historia, exploraban y se descubrían juntos.

Saber que vivían en la misma ciudad aumentaba la morbosidad, imaginaban situaciones en lugares que ambos conocían haciendo el juego erótico casi real. Bastaban dos frases y...

-- Batiste: Hola, saquito de huesos.
-- AlbaClara: hola cielito, acabo de hacer café, te apetece uno?
-- Batiste: Café,…. ummmmm... venga, si, en la Cafetería Morea, en la Ronda.
-- AlbaClara: vale, tu estas en la mesa del fondo esperándome
-- Batiste: Te das cuenta de que todos los tíos te miran?
-- Batiste: Saben que eres una cachonda.
-- AlbaClara: jajaja … y eso que no saben que no llevo bragas
-- Batiste: Eres una zorra!
-- AlbaClara: si, y te encanta... mmmm... cerdo!
-- Batiste: jejeje un cerdo de trufas... y te huelo... estas mojada, guarra!

Tres orgasmos mas tarde, dos de ella y uno de él, volvieron a los cariñitos...

-- Batiste: Saquito, te he dicho que te amo?
-- Albaclara: no, hoy no, chiquitín mío
-- Batiste: TE AMOOOOOO
-- AlbaClara: y yooooooo jajaja
-- Batiste: Niña...
-- AlbaClara: dime
-- Batiste: Tengo que decirte una cosa.
-- AlbaClara: dime, tesoro
-- Batiste: Te he comprado una cosita.
-- AlbaClara: ainssssss
-- Batiste: Te regalaría el mundo, niña... oye...
-- AlbaClara: dime
-- Batiste: Deseo que lleves siempre algo mío y que toque tu piel.
-- AlbaClara: te llevo en mi corazón
-- Batiste: Te juro que no es una excusa para verte, mi amor.
--AlbaClara: lo se mi vida
-- Batiste: Había pensado en dejártelo en algún sitio y luego desaparecer...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto empieza a ser apasionante.Quiero quitarme el suspense.Me muero por saber el desenlace.
Enhorabuena por el relato.No habia leido nada igual.Muy original y muy bien escrito.Me gustaria leer unos cuantos capitulos mas.

Caminante dijo...

Como siempre... deseoso de que llegue la nueva entrega.