martes, 30 de diciembre de 2008

Escrito y publicado!


La competencia es dura, todos escriben y yo no quiero ser menos... Hace 18 años yo tambien escribi algo y no me refiero a la lista de la compra, que esa la hago cada dos dias.
El alcalde de Barcelona, el dia que entro en vigor la prohibicion de fumar en el metro, se dedico a repartir caramelos entre los viajeros. Reconozco que fue una buena medida higienica, pero ese gesto de los caramelitos me parecio recochineo.
Mi reaccion inmediata fue escribir a “el Periodico” y lo publicaron... aqui teneis mi opera prima.

Una estacion de metro en mi ciudad.
Se oyen los ronquidos del vagabundo tirado en los asientos del anden apestando a vino.
Sorteas con destreza dos orines y cuatro charcos, esquivas a dos mendigos, tropiezas con un pitoniso, evitas tres goteras y entras en el vagon.
Hoy puedes ver la comida que a un pobre viajero le sento fatal y los restos de un atracon de pipas.
La escalera mecanica sigue sin funcionar.
Eso si, el humo ya no ciega tus ojos.
Ahora voy a esconderme en el baño para fumar un cigarrillo.
Si me pillan me daran un caramelo?

3 comentarios:

Maitena dijo...

Que lejos estan los dias en que se podia fumar en el anden del metro, casi tan lejano como cuando un billete lo pagamos en pesetas.

Anónimo dijo...

Esa nota merece columna de opinión. Cáustica y genial. No se pueden describir unos hechos con menos palabras. No abundan los escritores de síntesis. Leerte merece una calada. Enhorabuena al autor/a.

Caminante dijo...

Conseguiste transmitir perfectamente en muy pocas palabras ese ambiente que desgraciadamente aún hoy abunda en el metro de Barcelona sobretodo de madrugada cuando, como digo yo, aún están poniendo la ciudad.